«… Partís de las entrañas de la tierra para alcanzar el cielo luminoso. / Solo vosotros podéis resistir la luz que a nosotros nos ciega y es vuestra / sombra vibrante la que nos acoge y protege». José Manuel Ballester
Este año, nuestro paseo para celebrar Jane’sWalk Festival desde Málaga ha sido una caminata de altura, que ha reunido a mucha gente en las actividades que, entre todos, hemos organizado.
El viernes 5 de mayo la arquitecta y urbanista Susana García Bujalance habló, en el Centro Cultural La Malagueta, del legado de Jane Jacobs en el urbanismo actual, dentro del programa cultural previsto para esta temporada. Nuestro paseo ha tenido una gran repercusión gracias al empeño y buen hacer de los organizadores del acto.

A la charla asistieron muchos vecinos y amigos, incondicionales de estos paseos, que hicieron que el encuentro fuera entrañable y generara curiosidad e interés por participar a la mañana siguiente en el itinerario que hicimos por el Monte Gibralfaro, que como sabéis es uno de los montes urbanos de la ciudad de Málaga.
Susana García Bujalance, al igual que Jane piensa, observa y defiende una ciudad a escala humana. Nos habló de cómo se ha ido gestando la ciudad de Málaga, de la importancia de la planificación y de los eventos globales y/o externos que la van configurando. Incidió sobre las claves de la ciudad (legislación, nuevas sensibilidades de la sociedad civil, la participación en la gobernanza…) que han sido capaces de generar un caldo de cultivo al que habrán de sumarse nuevos líderes y propuestas que permitan mitigar errores e impulsar oportunidades.
Yo hice hincapié en los aciertos de Jane Jacobs sobre la necesidad de sentirse seguros en sus calles, preservar lo propio del lugar y facilitar una relación de cuidados, mediante la interrelación del urbanismo, la Administración y la educación, como pilares de protección de las necesidades de sus habitantes y concluyendo que los Paseos de Jane eran un espacio para el aprendizaje no formal, que capacita al ciudadano de a pie la adquisición de competencias blandas (Soft Skill ), permite su vinculación al lugar y le sensibiliza en tareas de la comunidad que inciden sobre muchos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) plenamente vigentes en la actualidad. Terminamos con un coloquio animado en el que hubo opiniones variadas e interesantes.
Dejo el video de YouTube por si tenéis interés en ver cómo transcurrió el encuentro.
Con la subida al Monte Gibralfaro que hicimos al día siguiente, sábado 6 de mayo, Málaga participa desde 2016 en Jane’s Walk Festival, que se celebra todos los años a nivel mundial, como homenaje a la mujer que defendió el protagonismo de las calles como lugar de relación. Jane Jacobs quería que los vecinos tuvieran la última palabra y tomaran posesión del lugar en el que viven porque participar en Jane’s Walk tiene como objetivo crear vínculos de amistad y propiciar que los vecinos sientan la ciudad como algo suyo.
Algunos de los participantes han dejado estos textos que podeis descargar.
El Monte Gibralfaro, situado en la ciudad de Málaga, contribuye a la mejora ambiental de la ciudad. Está cubierto de vegetación mediterránea, como pinos, encinas, acebuches y arbustos de matorral, que actúan como sumideros de dióxido de carbono y contribuyen a reducir la contaminación atmosférica, mejorando la calidad del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno. Además, la presencia de esta vegetación proporciona un hábitat para diversas especies de aves, reptiles, insectos y otros animales, contribuyendo a la biodiversidad de la zona local. Es un espacio natural protegido que forma parte del parque natural Montes de Málaga y está catalogado como Bien de Interés Cultural. Como área protegida, se promueve la conservación de su biodiversidad y se limitan las actividades humanas que podrían ser perjudiciales para el entorno natural y se rehabilita la zona con senderos y zonas de descanso donde disfrutar y aprender. En otras entradas hemos hablado de que el Parque de Málaga es el corazón de la ciudad por el mucho transito que tiene, en el caso del Monte Gibralfaro se dice que es su «pulmón verde».
La pendiente del paseo era poco pronunciada y los árboles nos daban sombra y frescor tanto en la subida como en la bajada. Fue un día de primavera difícil de olvidar tras el caluroso verano que soportamos.
En el mirador de Gibralfaro hicimos un descanso y aprovechamos para saludarnos, porque al ser tan numeroso el grupo (más de 70 personas), muchos no habíamos coincidido en el trayecto. Comentamos datos geológicos, geográficos, históricos y semánticos del monte, hablamos del holobionte, de las edificaciones que en él se mantienen y de cómo el cambio climático está teniendo un impacto negativo en los ornamentos de los animales, entre ellos el herrerillo común… y sobre todo aquello que los paseantes deseaban conocer o dar a conocer porque, como sabemos, los Paseos de Jane no son caminatas guiadas y cada uno puede charlar de lo que quiera.
Terminamos, como siempre, tomando algo para reponer fuerzas y seguir charlando los que no teníamos nada más urgente o importante que hacer.
Muchas gracias a todos por vuestra generosa participación.





