
Ramón David Morales . Pozo santo, 2015.
Nuestro Parque ha dado acomodo a variados estilos constructivos en su ornamentación, a los que la vegetación “de exotismo importado” que escribe Aurora Luque, ampara y coordina sobradamente.
Ramón David Morales . Pozo santo, 2015.
Nuestro Parque ha dado acomodo a variados estilos constructivos en su ornamentación, a los que la vegetación “de exotismo importado” que escribe Aurora Luque, ampara y coordina sobradamente.
«Pasear con otros es muy agradable porque se comentan cosas, se establecen vínculos y se crea el deseo de volver a encontrarse».
Glorieta de La provincia. Detalle. Parque de Málaga
Cuando paseamos por el Parque y el calor aprieta es probable que acabemos sentándonos a la sombra de un árbol, cerca de una fuente.
René Magritte.
El agua transporta a las plantas del Parque los nutrientes que necesita. Esta lluviosa primavera está dado esplendor a su vegetación y confirmando su valor esencial.
Agua. Foto de Andrés Flores Alés
Cuando pensamos en un parque imaginamos su vegetación. El agua que le da vida, se ofrece como ornamento secundario del lugar. En esta entrada no hablaré de las exóticas (para nuestra latitud) plantas del Parque, pues tras la sequía que sufrimos y de la que levemente nos recuperamos por la lluvia caída, el agua ha cobrado su importancia.
Los que habitamos la ciudad nos sentimos orgullosos de nuestro Parque pero paseamos poco por él. Mantenemos un respeto cortés y apreciativo pero con poco roce. Recorrerlo fue moda en la primera mitad del siglo XX. Actualmente son otras las zonas a las que nos gusta acudir en busca de un ocio más novedoso.
Glorieta de D. Modesto Laza. Parque de Málaga
Tiene vocación de parque pero se asemeja más a un hermoso jardín entre arterias con mucho tráfico que lo atraviesan, uniendo las zonas este y oeste de la ciudad.
Ilustración matemática. Rafael Araujo
Hoy es el día mundial de la poesía y con mi entrada me gustaría contribuir al evento, aunque sea llevándole la contraria a uno de mis poetas preferidos.
Palacio de Trinidad Grund
La calle debe su nombre a una vecina muy religiosa, emprendedora y de buena familia que nació en Sevilla y que, con 15 años, vino a vivir a Málaga, cuando su padre, cónsul de Prusia en Sevilla, fue desterrado. Emparentó con la familia Heredia al casarse con el primogénito de Manuel Agustín Heredia que en el barrio tiene una avenida.