En 2016 efectué el Máster oficial en la Universidad de Granada “Gerontología, Dependencias y protección de los mayores”, convalidando el Máster que había realizado unos años antes (2006-2008) en Gerontología Social en la misma universidad. Esta vez el Trabajo de Final de Máster versó sobre la vinculación al lugar del vecino mayor del Ensanche Heredia de Málaga. Diseño de un estudio de investigación. En este apartado explico el por qué considero necesaria dicha investigación, que sigue en el aire por falta de fondos.
He llegado a la conclusión de que el Ensanche Heredia es un barrio idóneo para las personas mayores, basándome en las indicaciones que Berroeta y Vidal (2012) hacen acerca de la adecuación del espacio público.
- Es permeable. Se puede acceder a pie con facilidad, hay poca circulación rodada y con buenas conexiones con otros espacios de la ciudad.
- Es legible. Es un barrio bien delimitado con calles rectas como corresponde a un trazado de ensanche. La comprensión del espacio es de fácil manejo por ser sus calles cortas y bien equipadas en cuando a pavimentos, edificios y elementos urbanos. Existen otros proyectos urbanos sobre el mantenimiento y mejora de sus espacios, aún por consolidar, (adecuación del cauce del río Guadalmedina, llegada del metro al centro de la ciudad, etc.).
- Variedad de actividades culturales, comerciales y lúdicas en coherencia con el contexto, aunque se promociona con reclamo comercial y turístico y no como servicio a sus vecinos o señal de su habitabilidad.
- Seguridad peatonal y viaria. No hay espacios peligrosos o de trazado irregular que favorezcan caídas por una pavimentación deficiente, se pueden realizar tareas de emergencia en caso de incendio o urgencias de salud. Sus calles están bien iluminadas y transitadas sin que haya rincones o espacios que obstaculicen el control visual del entorno. La prostitución, que durante tiempo era habitual en sus calles, ha sido prácticamente erradicada de éstas.
- Confort y calidad de los espacios públicos y privados. Los espacios urbanos están bien conservados. Los edificios tienen un discreto atractivo estético, mantienen su funcionalidad, son amplios, soleados y luminosos, protegidos de vientos en calles tranquilas y con algunos espacios arbolados diseminados por toda la zona.
Desde varios sectores hay una tímida oposición a hacer del Ensanche Heredia algo fingido y artificial, más parecido a un parque comercial temático que a un barrio residencial. El Ensanche Heredia no es exclusivamente una zona de servicios o un lugar de paso. Está vivo y habitado, aunque no lo crean así los gestores del espacio que luchan porque sea un lugar “complementario al propio Centro Histórico y a las grandes entramados comerciales” y dicen pretender “cohesionar intereses y establecer estrategias comunes de desarrollo en la que se recojan las diferentes necesidades e inquietudes de todos los colectivos representados en el barrio”.
Veronica Urzúa Bastida, con su artículo sobre el espacio público y su derecho a excluir me hizo reflexionar sobre lo escrito por Delgado que considera que no es casual, y sí por el contrario bastante consustancial, que la noción de espacio público se haya puesto de moda entre los planificadores, sobre todo a partir de las grandes iniciativas de reconversión de centros urbanos, como una forma de hacerlas apetecibles para la especulación, al turismo y a las demandas institucionales; Mitchell que explica que interesa que los consumidores busquen que la ciudad satisfaga sus gustos y necesidades para ellos en lugar de por ellos; o Sennett cuando escribe que la democracia requiere que los ciudadanos, de cualquier edad, estén dispuestos a hacer un esfuerzo para descubrir cómo funciona el mundo que los rodea, pues cuando la democracia se articula según el patrón del consumo, se vuelve cómoda para el usuario pero la voluntad de saber hacer (vivir) se desvanece.
El habitante de espacios públicos no ha de generar conflicto. La perturbación de la diferencia ha de ser expulsada, neutralizada, obviada. El pasado ambiental y el bagaje ideológico y cultural del vecino mayor del Ensanche Heredia puede acarrear significaciones, emociones y afectos atribuidos al lugar que entren en contradicción con otros grupos sociales más activos y a los que se les facilita y anima a la participación y a apropiarse de la gestión del barrio (comerciantes hosteleros y artistas). En este sentido, el barrio no cuenta con una asociación de vecinos que se interese por los otros aspectos sociales, culturales e históricos del barrio y sería adecuado fomentar los significados construidos y la vinculación que los mayores puedan mantener con el barrio.
Para que se de una buena relación Lugar-Persona en este espacio sociofísico deben trabajarse los elementos de la interacción bajo una perspectiva social, histórica y cultural. La investigación técnica que existe actualmente, destaca el deseo de las personas mayores a residir en sus casas y sobre todo si mantienen unas características de idoneidad residencial para ser atendidos convenientemente en aquellas necesidades que no puedan resolver por sí solos. Si sus recuerdos, sentimientos y preferencias no son tenidas en cuenta el ambiente se volverá hostil e inapropiado para ellos. Se trata del derecho a recuperar el protagonismo de las personas mayores, de su “derecho a la ciudad”, centrando los esfuerzos en la mejora de uno de los espacios en que desarrollan su experiencias cotidianas.
Sin embargo nos falta información para entender la vinculación al lugar del vecino mayor. Nos gustaría saber más sobre el modo en que participa y se relaciona con el barrio, qué significados da a este lugar o la relación que guarda la vinculación con la percepción de su estado de salud. Conocer estos datos, ayudará a plantear programas de intervención, para completar otros aspectos de la mejora urbanística que se viene produciendo, según parece en aras de la sostenibilidad.
Los objetivos de la investigación que aquí proponemos se articulan en dos fases claramente diferenciadas. En la primera fase se llevarán a cabo los objetivos A y B y seguidamente en la segunda y última fase se pondrá en marcha el objetivo C.
A. Conocer el grado vinculación que los vecinos mayores de 65 años tienen con el barrio.
B. Analizar la relación que guarda la vinculación de las personas mayores de 65 años del Ensanche Heredia con la calidad de vida, medida a través de:
• La autonomía en la realización de actividades cotidianas en el barrio
• Percepción de soledad
• Percepción subjetiva de salud.
C. Diseñar un programa de intervención para incrementar la vinculación al barrio del Ensanche Heredia por parte de sus vecinos mayores, a la luz de los resultados obtenidos.