
Vicente Aleixandre vivió en esta calle
Es posible que la calle reciba su nombre en referencia a la línea de ferrocarril Córdoba-Málaga y que tuvo para Málaga una significación especial. La familia Heredia, motor de la prosperidad económica de Málaga a finales del siglo XIX, tenía intereses en empresas mineras, no solo en Ojén y Marbella sino también de plomo en Almería y de acero en Sevilla. Eran conocedores de lo importante que era que Málaga estuviese bien comunicada con otras provincias de Andalucía y con Madrid. Desgraciadamente el sector siderúrgico priorizó el transporte del carbón mineral de hulla asturiano a las industrias siderúrgicas vascas lo que acabó con la competitividad del primer proyecto serio de industrialización en España, así como con las acerías que se instalaron en 1832 en la localidad sevillana de El Pedroso. El acceso desde Madrid se producía por Bailén y se bifurcaban hacia Córdoba y Sevilla. La línea Córdoba – Málaga tuvo una construcción en algunos tramos lenta y dificultosa por la orografía del terreno y no se completó hasta 1865. Fue Jorge Loring Oyazabal, yerno de Manuel Agustín Heredia, quien consiguió la concesión y explotación bajo el nombre de Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Málaga desde 1861. Al comienzo el tráfico ferroviario no fue tan fluido como se esperaba, aunque fue aumentando lentamente durante los siguientes años; José de Salamanca, emparentado también con los Heredia, cedió los derechos que tenía sobre la construcción del ferrocarril Málaga – Granada a Jorge Loring, que tras considerables esfuerzos por las dificultades que ofrecía el terreno, inauguró la línea en 1874. Las líneas de ferrocarril no dieron unos resultados boyantes y el acoso de los acreedores hizo la situación insostenible. Loring, asociado a Joaquín de la Gándara y Navarro crearon la Compañía de los “Ferrocarriles Andaluces” que desapareció definitivamente en el año 1877.
Recordemos que el marqués de Salamanca dejó para la posteridad el magnífico barrio de Salamanca de Madrid como legado de su trayectoria empresarial, por otra parte llena de altibajos, pues participó con muchísimo interés (cremantístico) y todo tipo de ardiles (empresariales) en los negocios que se le pusieron por delante. Creó el Banco de Isabel II, germen del futuro Banco de España y es precisamente en esta calle donde estuvo el primer edificio del Banco de España que fue vendido a la diputación Provincial de Málaga en 1934 y muy cerca de él el cine “Pascualini. La calle se llamaba entonces Alamada de Carlos Häes.
El cinematógrafo fue bombardeado en 1937, según se cree por su proximidad al edificio que había albergado al Banco de España hasta que inició el trasladó a su sede actual después de que terminaran las obras en 1936. El cine tenía capacidad para 500 personas. En los 37 años que permaneció abierto siempre costó la entrada el mismo precio.
En la puerta del cine ocurrió un hecho desgraciado. Raptaron a un niño que encontraron degollado unos días más tarde, por los alrededores de Héroes de Sostoa, junto a unos cañaverales cercanos a la ferretería “El Martinete”. Se hablaba de que la sangre era vendida a personas enfermas de tisis (tuberculosis) y se especuló con que el beneficiario e instigador del crimen fuera un torero adinerado que murió poco después. Sin embargo parece ser que unos maleantes comentaron que “se parecía al que habían degollado” al ver entrar a un niño en el mesón donde se encontraban. El ventero que lo oyó dio parte y fueron arrestados. No se llegó a saber si el motivo había sido la venta de sangre.
Otro cine, “El Palacio de Cristal”, estuvo abierto sólo dos años desde 1941, cerca ya del muelle Heredia. El mismo empresario pidió permiso para abrir el Gran Salón Olimpia que funcionó entre 1943 y 1948 un poco más abajo, en el nº 4 que ahora es la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social. El Gran Salón Olimpia ofrecía espectáculos muy variados. Abría todos los días a partir de las doce de la mañana y era publicitado como “Risa-emoción-regocijo a precios popularísimos”. En éste salón se presentaron todo tipo de espectáculos de circo, patinaje, pista de triciclos infantiles, recreo deportivo, “Bocha Bol” lotería, canoas… También se proyectaron películas de forma esporádica. Al carecer de techo, se abría solamente los meses de verano.
En esta calle encontraremos edificios destacables:
- El Banco Hispano Americano hace esquina con la Alameda Principal y es obra de Fernando Guerrero Strachan.
- La Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, de German Álvarez de Sotomayor, es un edificio funcional de estilo autárquico como otros que encontraremos en la zona. Durante mucho tiempo estuvieron ubicadas las consultas del Seguro de Enfermedad por lo que es un edificio muy conocido por los malagueños que tienen ya una cierta edad. El de esquinas redondeadas que hay al otro lado es de Juan Jauregui Briales. Este mismo arquitecto proyectó los tres edificios de la acera de la Marina.
- El Hotel Soho Boutique con su fachada Regionalista de ladrillo visto y adornos modernistas vale la pena observarlo. En el barrio había otros similares que han ido desapareciendo. Recuerdo el de la calle Duquesa de Parcent donde estaba la cafetería Bar “Pemar”, sólo que aquél edificio estaba encalado.
- Más abajo, casi ya llegando al Muelle Heredia, se encuentra el Teatro–Cine “Alameda”. Inaugurado en 1961. Desde entonces ha acomodado en sus butacas a muchos malagueños. Actualmente el local cuenta con varias salas. Su distribución interior y su fachada propia de los años 50 merece nuestra atención. En su programación ha habido de todo: comedia, drama, ballet, zarzuela, ópera y variedades.
En la parte de atrás del cine Alameda, cuando aún era un descampado, se instalaban las carpas del circo siempre que este venía a Málaga. Todavía no existía la Avenida de Manuel Agustín Heredia y en el Paseo Heredia, que así se llamaba, estuvo emplazada la feria varios años, así como el club de tenis que después se trasladó a los Baños del Carmen.
Antes de la guerra, muy cerca de los terrenos que ocupó posteriormente el Teatro Cine Alameda, hubo otro teatro que se llamaba “Vital Aza”, en el que se proyectaron también películas con las que se deleitaron vecinos de la zona que siguen gozando de buena memoria.
Un gran poeta, premio nobel en 1966 vivió durante 9 años en esta calle. Se trata de Vicente Aleixandre que escribió el poema “La ciudad del paraíso” y donde utiliza preciosas metáforas sobre el mar: “sandalia fresquísima para mi pie desnudo” o sobre la ciudad: “blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso que nunca arriba”. Málaga tuvo una influencia decisiva en la obra del poeta que pasó en ella una infancia muy feliz. Edita su primer libro de poesía “Ámbito” en 1928 en la revista Litoral que dirige Emilio Prados. En los contactos que establecen por el asunto literario, Vicente Aleixandre le pregunta a Emilio Prados que si es el amigo con el que hacía todos los días el trayecto hasta el colegio cuando eran pequeños. ¡Coincidencias de la vida! Retoman emocionados la amistad.
Aleixandre tuvo un trato respetuoso y entrañable con amigos que tal vez pensaban ideológicamente de manera diferente, de los que aprende y a los que apreció y protegió. Ejemplo de ello es su reconocimiento por Dámaso Alonso, que le hizo descubrir el mundo de la literatura o Miguel Hernández con el que le unió un intensísimo afecto que mantuvo con la familia de este, tras su muerte, asesorándoles sobre la protección y conservación de la obra del poeta alicantino. La tragedia de la Guerra Civil Española y su mala salud le hicieron llevar una vida aparentemente poco comprometida y a su pesar. En 1977 obtiene el Premio Nobel de Literatura, por su «labor de creación poética innovadora, que ilustra la condición humana en el cosmos y en la sociedad de la hora presente».
Durante algún tiempo la calle se llamó Alameda de Carlos Häes, que era un pintor paisajista español de origen belga. Fue uno de los más activos maestros de la Cátedra de Paisaje en la Escuela Superior de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid desde 1857. Entre sus alumnos estaba Darío de Regoyos. Muchas de sus obras la podremos ver en el Museo de Málaga cuando abra sus puertas en el Palacio de la Aduana y que expondrá los fondos del anterior museo de Bellas Artes y del museo arqueológico ahora unidos. Fue un pintor plenairista lo cual significa que pintaba sus bocetos al aire libre y no dentro del estudio. Hizo que muchos de sus alumnos entraran en contacto con algunos miembros de la escuela de Barbizón y con la avanzadilla del impresionismo francés como Claude Monet, Camille Pissarro y Pierre-Auguste Renoir.
El arte urbano tiene en esta calle obras de dos reconocidos artistas
- Encontrará la marca Obey en uno de los negocios que hace esquina con Vendeja.
- Al otro lado de la puerta del mismo negocio Suso33 ha dejado un bonito dibujo recientemente. Es posible que no dure mucho. Se olvidaron de pedir permiso
Continuará…
Próximo post: Plaza del poeta Alfonso Canales