Calle Blasco de Garay. Un inventor curioso (XI)

Blasco de Garay, Ensanche Heredia, Paseos barrio, Soho Málaga
Costa siglo XVI

Baye de Málaga. Carta náutica del s. XVIII. Joseph Roux.

Fue marino e inventor, además de capitán de la Armada Española en tiempos de Carlos I en el s. XVI. Se sabe poco de su origen pero parece ser que pertenecía a una familia hidalga de Toledo. Fue un hombre del Renacimiento, autodidacta en el estudio de las ciencias y versado en la literatura. Contribuyó con múltiples inventos y aplicaciones al desarrollo de la mecánica naval durante el reinado de Carlos I y Felipe II. Se han documentado al menos siete invenciones para la Armada española. El archivero de Simancas, Tomás González Hernández, le atribuyó en 1825 experiencia con máquinas de vapor aplicadas a la navegación, aunque no se han encontrado documentos que corroboren dicha información.

El Emperador Carlos I financió en 1539 algunos proyectos que se probaron en las Atarazanas del puerto de Málaga. Tal fue el caso de  sustituir el sistema de propulsión de remos y velas por ruedas de paletas movidas por hombres. Desgraciadamente no dio resultado y lo mismo ocurrió cuando se intentó comprobar la operatividad del plan en el puerto de Barcelona.

Las máquinas de Garay se destinaron a equipar los buques de guerra de la Armada Imperial Española. Su invención más importante tal vez sea una máquina de ruedas empleada posiblemente como motor naval que pudiera desplazar buques de gran tonelaje. Otras aplicaciones novedosas que desarrolló permitieron disminuir el tiempo de maniobra de los barcos incluso sin viento y aumentar la velocidad de la nave al entrar en combate. También modificó la distribución del artillado de las naves permitiendo el acople de más cañones.

Se puede considerar que la historia de la Armada Española comienza en los últimos años del siglo XV y primeros del siglo XVI, cuando los reinos hispánicos de Castilla y Aragón se unieron de hecho, aunque aún no de derecho. Una armada centralizada no se consiguió hasta la llegada de los Borbones en el siglo XVIII, que fueron los primeros en disponer de una serie de reglamentos y normas que daban unidad al funcionamiento de cada buque de guerra. Hasta entonces solamente existían flotas militares, más o menos permanentes, que cuando era necesario se reunían para cumplir una determinada misión.

La armada de la Corona de Aragón, constituida principalmente por naves catalanas, era una flota de ámbito mediterráneo, prefería como buque de combate la galera y sus derivados, mientras que la marina de Castilla, atlántica, se inclinaba por buques mancos, esto es, sin remos, con sólo propulsión eólica. La primera vez que ambas lucharon unidas fue en Italia, en la primera campaña del Gran Capitán, en la que participaron las galeras de Sicilia junto a naves cántabras.

En estos primeros tiempos, la marina de guerra española, al igual que en los demás países europeos (salvo Venecia), no existía en el sentido que la entendemos hoy, esto es, formada por barcos pertenecientes al Estado y especialmente hechos para la guerra. Debido a los corsarios y a las inseguridades de la navegación, todos los barcos llevaban cañones y armas. Cuando eran requeridos por el rey para la guerra, cambiaban las cargas comerciales por cargas militares, y sus armadores y tripulantes pasaban a ser pagados por la corona. Además de los buques mercantes militarizados también había particulares, que armaban flotillas de combate y se dedicaban al corso hasta que el rey solicitaba sus servicios. El rey nombraba los mandos de las escuadras así formadas en las que embarcaban sus tropas.

La Armada Española fue la primera en utilizar la infantería de Marina en 1537. El combate naval de la época difería poco del terrestre: se buscaba el abordaje y el combate cuerpo a cuerpo y se hacía relativamente poco uso de la artillería. Con el tiempo se pierde interés en las galeras a favor de naos, carracas y carabelas. Al final del reinado de los Reyes Católicos, sólo quedaban 4 galeras en la guarda de la costa de Granada para apoyar a las demás naves en verano. Es posible que sobre éstas hiciera nuestro inventor sus trabajos de mecánica.

  • En esta calle encontrará un Charlot de Gato-M que compuso la obra en el apartado Cerrado por malagueñas, dentro del programa MAUS 2013. Intentando seguirle el rastro artístico he encontrado un Charlot con cabeza de Darth Vader, paisaje urbano de Málaga y Madrid, un torero con cuernos o el retrato de la polémica Carmena que me han resultado muy interesantes y que invito a buscar en internet.
  • El joven Cashrilplus, hijo de los artistas urbanos, Faith47 y Dal East que acoplaron sus obras en las terrazas de dos de los edificios de la Alameda principal, intervino con un simpático monstruo al que dan ganas de abrazar.

Continuará…

Próxima entrada del Callejero Ilustrado:  Calle Tomás Heredia.

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