
Monumento a Manuel Agustín Heredia en el Ensanche Heredia de Málaga
Muelle Heredia para los malagueños. Esta vía, al igual que todo el Ensanche, toma su nombre de este prohombre que nació en un pueblo de Logroño en 1786. Llegó a Málaga de la mano de unos familiares que habían emigrado antes y trabajó como aprendiz en una ferretería de Vélez Málaga. Era muy diligente y a su patrón no le gustó la idea de que se viniera a la capital y dejara la tienda. Murió relativamente joven, hacia mediados de siglo XIX, por un ictus que intentó curar en Inglaterra sin éxito.
Amasó una gran fortuna comerciando en Gibraltar durante las Guerras Napoleónicas y más tarde con países de ultramar. Era liberal decidido y modelo de emprendedor. El comercio, la industria siderúrgica y los productos agrícolas de la zona se convirtieron en transacciones que le reportaron pingües beneficios. Su situación social mejoró al casarse con Isabel Livermore que pertenecía a la alta burguesía malagueña. En sus ferrerías La Concepción y El Ángel, en Marbella, y más tarde La Constancia, en las playas de San Andrés de Málaga, utilizó unos forjados de los que obtenía un hierro muy apreciado y prestigioso que exportaba a otros países en la flota naviera de su propiedad. La industria textil, con el algodón como reclamo, le hizo prosperar con rapidez. Es nuestro Amancio Ortega ya que ambos diversificaron con gran éxito sus negocios.
Manuel Heredia fue uno de los primeros en comprar terrenos liberados por la desamortización que consistía en poner a la venta los terrenos y bienes expropiados forzosamente que estaban en poder de lo que se llamaba manos muertas. Es decir que no se podían ceder, ni vender, ni hipotecar. Eran sobre todo bienes de la Iglesia cedidos mediante herencia o donaciones o bien zonas comunales y baldías utilizados por los campesinos. Fue práctica común en muchos países para acrecentar la riqueza de las naciones y crear una clase media burguesa que viviera de las posesiones y pagara impuestos al estado. Las propiedades desamortizadas fueron utilizadas para expandir las ciudades. Los cascos históricos se habían quedado pequeños por la cantidad de personas que emigraban, para servir de mano de obra en industrias y comercios.
Antes de llamarse Avenida se llamó Paseo de Heredia. El teatro Vital Aza, frente a la Estación de Suburbanos, se inauguró a finales de 1908 y debió permanecer abierto hasta 1919. También estuvo allí la Sociedad de Tenis hacia 1912 aunque según cuentan en el recinto se charlaba más que se jugaba. Había pista de baile y de patinaje. Ferias y circos también han tenido su espacio en esta calle. Al final del paseo, en el descampado, que se conocía como El relleno, Jiménez Smerdou rememora en un periódico local que había un campo de fútbol que era conocido como el Campo del Carbón porque allí lo apilaban para abastecer a negocios y familias y cuando los niños jugaban en él al futbol se ponían perdidos de hollín. También descubrieron la zona las prostitutas que por aquella época ejercían a la orilla del río Guadalmedina y que sólo tuvieron que subir unos cuantos metros, cuando El Relleno se urbanizó, para sentirse como en casa durante muchos años. Aún todavía, de vez en cuando, se dan una vuelta.
La avenida actualmente es una importante vía de comunicación entre el centro y la zona occidental de la ciudad. Comienza en la Plaza de la Marina y termina en los puentes del Carmen y de Antonio Machado. Es una vía ancha, de las poquitas que hay en Málaga. Aquí se encuentra la Estación Suburbana de Autobuses de Málaga junto a la verja que linda con uno de los muelles del Puerto de Málaga y donde se ha instalado una noria que estará con nosotros al menos unos meses más por lo que no le será difícil encontrarla. También puede acceder desde esta Avenida a la terminal de pasajeros para embarcar a diferentes destinos turísticos o desplazarse a la cercana y entrañable Melilla.
Radio Nacional se creó en 1937 en la Aduana. En 1949 se inauguran los nuevos estudios de RNE, en el Nº 10 de esta avenida, Era la época del Parte Nacional y la oferta radiofónica era muy limitada. Pocos tenían radio y los que las poseían tenían que sintonizar con otras ciudades o con el extranjero. Algunos de aquellos primeros y magníficos profesionales de las ondas, que muchos aún recordarán, fueron: Saly González, Antonio Carmona, Victoriano Frías, Claudio Grandona, María I. Márquez, María del Carmen Arrondo, Antonio Barceló. En 1988, 39 años después, se trasladó al nº 40 de la Avenida de Andalucía.
La estatua de Heredia está en la confluencia con la Alameda de Colón. Es obra de José Vílchez que lo representa sentado, con un porte noble y severo. En el pergamino que lleva en la mano izquierda está la frase “constantia et labore”. Por aquella época Julia B. Golquena escribió un extenso poema, publicado en la revista La Moda Elegante en 1872, en el que enaltece los valores de la ilustración, el trabajo y la constancia que marcaron la vida Manuel Agustín Heredia. El monumento en su actual ubicación parece mirar los trabajos y cambios que en su muelle se realizan. En los laterales del pedestal hay alegorías sobre la industria, el comercio y la navegación y del dios de la muerte y de las musas en los frontales. La estatua fue cedida por los herederos y en 1923 se colocó en el Paseo del Parque siendo trasladada a la avenida en 1928.
Cerca de los puentes que unen el barrio con el del Perchel está el CARE (Centro de Especialidades Médicas) y el Centro de Salud del barrio.
La Avenida termina en los puentes del Carmen y de Antonio Machado que dan paso a otras zonas de la ciudad que también vale la pena visitar. El Puente del Carmen nos adentra en el conocido barrio del Perchel con el que compartimos el cauce del río y el Puente de Antonio Machado nos acerca a la orilla del mar por el nuevo paseo marítimo.
- No encontrará grafitis pero podrá contemplar el Puente de Hierro que cruza el río Guadalmedina en su último tramo.
Esperamos que continúen leyendo nuestra próxima entrada y vengan a caminar con nosotros en nuestro siguiente paseo “Las afueras toman el centro” en el que recorreremos la Plaza de la Marina.