
Fotografía de Hipólito Vidal e Ismael Águila
Mis primeros recuerdos de Málaga tienen que ver con ella. Algunos sonidos, olores o luces se mantienen en el recuerdo, como huella del lugar. En la acera de la Marina vivía mi tía Adriana, a la que visitábamos con frecuencia. La cadencia de las ráfagas de los haces de luz de la Farola del puerto, que en aquella época se proyectaban sobre la ciudad, me resultaban mágicas e hipnóticas.